En Barbagia, con las hogueras de San Antonio Abad da comienzo oficialmente el Carnaval de la región.

El <strong>rito de las hogueras entre el 16 y el 17 de enero</strong> está ligado al “Santo del Fuego” porque, según la leyenda, el santo descendió a los infiernos para robar una brasa ardiente con la que propagar el fuego para calentar la tierra.

Con ocasión de la fiesta, en toda Cerdeña, hacen su primera salida las máscaras de Carnaval, que bailan entre las grandes hogueras encendidas en los distintos barrios o en los sagrarios de las iglesias, bebiendo un vaso de vino y degustando los dulces típicos preparados en honor al santo.

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En <strong>Fonni</strong>, durante la víspera (su pispiru) que precede a la misa, se enciende la única gran hoguera en la Piazza Santa Croce. Después, el sacerdote, con la estatua de S. Antonio en procesión, da tres vueltas alrededor del fuego y bendice la hoguera y el pan “in sappa” (empapado en mosto), un dulce típico de la fiesta, que se ofrece a los presentes junto con un buen vaso de vino. Por último, como marca la tradición, la máscaras de <strong> “S’Urthu e Sos Buttudos”</strong> animan el evento con la puesta en escena de la batalla entre el bien y el mal.

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<h2>Las hogueras de San Antonio en el resto de Cerdeña</h2>

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En <strong>Mamoiada</strong> se asiste a la interesante ceremonia de vestir a los “Mamuthones” con las pieles y las típicas máscaras negras de aliso o peral silvestre. Su paso va marcado por el sonido de “sa carriga”, unos cencerros que pesan varias decenas de kilos y que se colocan en su espalda. Son guiados por los Issohadores, que llevan máscaras blancas, y juegan a echarle el lazo a las personas del público.

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En<strong> Orani</strong> las máscaras típicas son las de <strong>”Sos Bundos”</strong>, hechas con corcho tintado de rojo, con una gran nariz, bigote y perilla. Van dando vueltas entre las hogueras de los barrios con grandes tridentes. El dulce preparado para la ocasión, “su pistiddu”, está hecho a base de mosto y miel y se ofrece a todos los presentes, a los enfermos y a trece personas que se llamen Antonio.

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En <strong>Orotelli</strong> se bendice el fuego, pero también a los animales domésticos, ya que San Antonio Abad es el patrón de las mascotas. Las máscaras tradicionales aquí con los “Thurpos”, con los rostros ennegrecidos por el hollín, con capas negras de lana y botas de cuero.

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En <strong>Ottana</strong> las máscaras tradicionales son los<strong> “Boes e Merdules”</strong> y, tras la misa y la bendición de la hoguera en la plaza S’Ogulone, se reúnen en torno al fuego. Aquí se distribuye un pan votivo.

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En <strong>Nuoro</strong> las hogueras participan en el concurso Su focu e Sant’Antoni prus bellu. El ayuntamiento invita a inmortalizar las hogueras encendidas en los barrios de la ciudad en los que se viven momentos de la celebración.